La gente cree en renovaciones cold turkey, así como si de un día para otro y por decisión popular, ocurriera un gran big bang y se acabaran los problemas en vivienda, educación y salud pública. La gente piensa que un gobierno nuevo será un giro en 360º o que como los candidatos en el PPD y PS se ven más jóvenes existe una diferencia con el ayer.
Es como el cabro buena onda que quiere ser presidente y se promulga opción independiente, para luego adherirse al contrincante después de perder en primera vuelta. Menos, casi ya como obviedad, el tan manoseado término de cambio es representado por un viejo que es rostro de un partido que vive en la irrelevancia de ideales que ya no se promulgan en esta sociedad.
Pero no, este no es un artículo sobre política ¿A qué va eso? Un tema bastante simple: no crean lo que dicen en la calle, porque la verdad es que no todo es política. No pesquen a esa gente media centrada en los problemas conceptuales, que si te equivocas en una palabra no te corregirán la palabra, sino que pensarán que dijiste algo totalmente distinto, esos que creen que “todo es política” conceptualmente hablando. Pero como nadie se anda mirando las caras con un diccionario de la Real Academia Española en sus manos, entonces vamos a lo que realmente importa.
Esto no busca ser una crítica social cliché que ya casi parece curriculum para los hijitos de la Zona de Contacto que hoy habitan en los medios "jóvenes" (sí, en la onda Pániko). He ahí que llegamos a mi punto, TODOS ––o casi todos–– vienen de un lindo lugar que fue su “escuela” (no en sentido conceptual o literal, reitero). Nada se forma solo, no se puede "existir y punto". Miren los medios, o las grandes empresas, o la política, la religión, en fin, cualquier estamento social relevante.
Todos se vienen formando lentamente, en un definido y calculado proceso de crecimiento en el que se alcanza por el clásico método de subir escaleras: Entras a la Universidad, haces méritos o contactos ––hoy en día da igual–– y después sales con algún cargo pequeño en el que eres el protegido de otro individuo de rango superior y así vas escalando y creando herederos de tal jerarquía.
Se ve como algo de lo más normal, simple ley de la vida que existe en los animales o incluso hasta las plantas. Es la guía suprema de la humanidad, nada puede simplemente salir de la nada, porque evidentemente la nada no existe como un algo. Tiene que haber un comienzo, desarrollo y final. Pero la gente se pasa la vida sin entender esta contradicción y buscando aquello que ya han encontrado. Es decir, piden renovación, pero meritocracia, o sea, que llegue alguien nuevo, pero que ya tenga curriculum hecho. ¿No suena incoherente? Claro que lo es, quieren renovación a medias, un mundo que se pinta un poquito más claro que la capa que tenía antes la pared.
Eso no es igualdad, si el tipo no tuvo oportunidad de hacer méritos, no tiene como entrar en la esfera social que le permita ascender según la "curva de escalera". Pero aquí está el problema. Entonces la ascensión social se determina por ius sanguinis o ius solis: Eres hijo de alguien socialmente posicionado, o bien, naces cerca de algún lugar en que se está llevando a cabo un proceso social (obviamente estas estructuras tiene contadas excepciones).
La complicación entonces es permitir una forma de desarrollo social escalativa, de méritos pero abierta independientemente de factores aleatorios como la familia o la distancia entre el lugar de nacimiento y Santiago. ¿Ejemplos? Péguenle un Google al apellido del presidente, de la ex-presidente, de cualquier diputado o senador, dirigentes de la CUT, ¡Fuck it, mírenle el apellido al presidente de la FEUC! Es decir, todos vienen de familias que tienen control de los ribetes hace rato.
Ese es el verdadero cambio, ese es el fin del status quo, no se trata de cambiar caras, se trata de dar oportunidades para aquellos que no las tienen, de competir de igual a igual con los demás, ¿Y saben cómo se logra eso?
Los dueños de universidades privadas preguntan qué tiene de especial la educación superior que se rechaza tanto su modelo, pues aquí está la respuesta: TODOS, todos estos “lideres” se forman en universidades, no cualquiera, sino que aquellas que han impulsado los grandes cambios de nuestro país (a nivel de reformas y desarrollo tangible). Porque se educaron en condiciones donde la vida académica es un conjunto de factores que llevan a propiciar la “subida de escalera” en cualquier ámbito, y de eso, me di cuenta en sólo meses después de entrar a mi primer año, no sé entonces porque les cuesta tanto a los que están al tope de la escala que hace tiempo ya pasaron por esto mismo, en instituciones de mucho más relevancia nacional, esta abertura de ojos tan magna que llamamos educación.
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