Google+ ya tiene más de 20 millones de usuarios activos, una cifra que -por lo bajo- es impresionante en tan corto plazo. Descartando el número importante de personas que sólo se "cambian" por el factor de la marca Google, el resto de los usuarios prueban Google+ con la válida intención de buscar una plataforma social mejor que Facebook.
El problema es que, así como está, Google+ no es una buena red social. Historia real: con mi cuenta Google reviso mi correo cada mañana, guardo mis favoritos en Chrome, subo mis videos a YouTube y escribo este mismo blog que estás leyendo. Es la misma cuenta de Google+. Pero ninguna de todas las funcionalidades descritas tienen integración alguna. Son un aislado set de herramientas. Lo que las personas queremos hoy en día es convergencia.
Facebook entiende esto y presenta su red social como plataforma, que es la palabra clave en todo el cuento. La diferencia entre una página web y una plataforma web es que la página es información plana mientras que la plataforma es un "lugar" donde la información existe en función de un contexto. El paradigma de "página" murió con el nacimiento de la web 2.0 y esto fue profundizado con la aparición de Facebook Connect. Todo lo que yo hago en la web con mi identidad de Facebook, que voluntariamente utilizo en el resto de la red, se ve reflejada de vuelta en mi perfil.
En la gran G no hay una realidad creada, en la cual yo tengo una identidad única que humanice a internet. En G+ soy una persona, pero en YouTube soy sólo un usuario. Diseñar una red social bajo esta realidad creada es un tema de simpleza: no necesito agregar personas manualmente al chat, no necesito pegar el video que subo para compartirlo, porque Facebook no tiene su YouTube ni Gtalk, sino que mantiene insertas sus herramientas dentro de su plataforma. Incluso compartir desde YouTube hacia Facebook es un proceso más simple, lo que es curioso considerando que el portal de videos es de Google.
Facebook entiende esto y presenta su red social como plataforma, que es la palabra clave en todo el cuento. La diferencia entre una página web y una plataforma web es que la página es información plana mientras que la plataforma es un "lugar" donde la información existe en función de un contexto. El paradigma de "página" murió con el nacimiento de la web 2.0 y esto fue profundizado con la aparición de Facebook Connect. Todo lo que yo hago en la web con mi identidad de Facebook, que voluntariamente utilizo en el resto de la red, se ve reflejada de vuelta en mi perfil.
En la gran G no hay una realidad creada, en la cual yo tengo una identidad única que humanice a internet. En G+ soy una persona, pero en YouTube soy sólo un usuario. Diseñar una red social bajo esta realidad creada es un tema de simpleza: no necesito agregar personas manualmente al chat, no necesito pegar el video que subo para compartirlo, porque Facebook no tiene su YouTube ni Gtalk, sino que mantiene insertas sus herramientas dentro de su plataforma. Incluso compartir desde YouTube hacia Facebook es un proceso más simple, lo que es curioso considerando que el portal de videos es de Google.
Y ya que hablamos de humanismos, este factor tiene su reflejo en la misma filosofía de la compañía. Google existe en sobre una cultura de ingenieros, pero el principal arquitecto de Google+ fue un diseñador gráfico que tenía el cargo de jefe de investigaciones sociales. "Tenía", porque renunció y ahora es director de experiencia publicitaria en Facebook. Google desarrolla tecnología con una regla de oro que se puede entender como el "código perfecto". Para Google, internet es concibe como una serie de servidores interconectados y la misión es crear aplicaciones eficientes que entreguen extensas posibilidades de configuración y rendimiento.
Pero las personas quieren experiencias simples. En lugar de ofrecerle al usuario la oportunidad de personalizar el 100% de su experiencia, le basta con tener el espacio para generar sus contenidos. Si cada uno quisiera tener una experiencia diferente, nadie compartiría en la misma red social. La realidad creada se daña cuando ofreces una realidad demasiado diferente a cada persona. Ante la filosofía de Facebook, internet es un grupo enorme de personas que quieren interactuar. La diferencia es crucial cuando estamos desarrollado para personas comunes y de "a pie", interesadas en poder ocupar su red social sin pensar en la tecnología. Mientras menos pienses en cómo lo haces, más espacio hay para lo que haces.
Pero las personas quieren experiencias simples. En lugar de ofrecerle al usuario la oportunidad de personalizar el 100% de su experiencia, le basta con tener el espacio para generar sus contenidos. Si cada uno quisiera tener una experiencia diferente, nadie compartiría en la misma red social. La realidad creada se daña cuando ofreces una realidad demasiado diferente a cada persona. Ante la filosofía de Facebook, internet es un grupo enorme de personas que quieren interactuar. La diferencia es crucial cuando estamos desarrollado para personas comunes y de "a pie", interesadas en poder ocupar su red social sin pensar en la tecnología. Mientras menos pienses en cómo lo haces, más espacio hay para lo que haces.
Generalmente se le atribuye todo el éxito de Facebook a Mark Zuckerberg y sus habilidades de programación. Lo cierto es que para quienes entienden el proceso de creación de Facebook, es evidente que al menos gran parte de su éxito se llama en realidad Chris Hughes. Chris estudió historia en Harvard y fue el principal creativo durante la etapa fundacional de la popular red social. Renunció de Facebook para sumarse a la campaña de Barack Obama, donde con una oficina y no mucho más se transformó en el artífice de la victoria de Obama, al punto de que hoy es jefe de campaña de Obama2012.
Chris Hughes no sabe programar ni una linea de código. Su logro es entender a las personas y hacer que a través de interacción virtual se produzcan efectos reales. Esa es la victoria de Facebook -también de la campaña de Obama- y el lugar donde Google+ falla. La realidad creada no es una obra de ingeniería, no es programación. Finalmente es diseño y ciencias sociales en su más pura aplicación práctica para producir simpleza y confianza. Aquellos son los motores de la audiencia para escoger uno u otro servicio social en internet. Rendimiento y especificaciones técnicas poco influyen.
Pero en Google+ ya existe una chispa de aquello en el sistema de video de las quedadas, que por cierto es excelente. Una aplicación muy superior a la oferta de videochat de Facebook y Skype. Sin embargo, es triste que hasta el momento sea el punto más alto de Google. Con esa sensación de fragilidad y el gran problema de establecer prioridades que tiene G+, se ve lejano el día en que se imponga como la principal red social. Facebook no va a morir aún.
Pero en Google+ ya existe una chispa de aquello en el sistema de video de las quedadas, que por cierto es excelente. Una aplicación muy superior a la oferta de videochat de Facebook y Skype. Sin embargo, es triste que hasta el momento sea el punto más alto de Google. Con esa sensación de fragilidad y el gran problema de establecer prioridades que tiene G+, se ve lejano el día en que se imponga como la principal red social. Facebook no va a morir aún.
weeena frodo que escribi bonito jajaja xD naa wena tu opinión, yo probe google + y no me gusto para nada... sera la costumbre de face... o que ya esta casi toda mi vida en face jajaj cambiarse de un min a otro a mas de lo mismo... mas vale diablo conocido que diablo por conocer xD eso que esti bien :)
ResponderEliminaratte maca!!
eeesa!!
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