Taza de café a mi lado y con el insomnio de siempre. Lo primero es la contingencia. En mis titulares aparecen primero las movilizaciones estudiantiles. Lo que me he preguntado estas semanas es si los cientos de estudiantes de la PUCV se dan cuenta de que el documento que fue pretexto de las movilizaciones es un antojadizo e incompleto análisis de discurso que en realidad no dice nada. En realidad no dudo de la comprensión lectora de nadie, simplemente dudo que se lo hayan leído. Es bastante incomodo ser estudiante y ver que el 75% de los movilizados no sabe por qué marcha, 20% lo hace para capear clases y el resto es la CONFECH, que en una dictadura encubierta trata de trasladar la discusión desde las cuatro paredes de La Moneda a las cuatro paredes dónde sea que se reúnen a tomar piscolas la Camila Vallejos con Giorgio Jackson.